Agricultura Urbana: Producción en casa de hortalizas, frutales, plantas aromáticas y animales menores - Dante Ricardo Abad Zapata - Bog

Programa Viveros Sin Fronteras: agricultura urbana desde los hogares.Desde niño me ha fascinado el universo del reino vegetal, he sembrado y cosechado: maíz, ajíes, zapallos, calabazas, tomates, rabanitos, lechugas Etc. Como la mayoría de agricultores urbanos, aprendí en la práctica, mis principales maestros fueron mis familiares, amigos, profesores, que me compartieron sus saberes y creencias. Viví mis primeros quince años de vida en Piura, y mi relación extraordinaria con las plantas fue lo que marcó mi existencia.Las primeras páginas de este libro, las escribí en los arenales del distrito de Villa El Salvador, donde me volví a reencontrar con el maravilloso mundo de la agricultura, exactamente hace 19 años, comenzamos junto a mi esposa la tarea de hacer florecer y producir en nuestro propio hogar hortalizas, frutales y flores ya con algo de experiencia, y con un conjunto de organizaciones populares del distrito. Los comités de medio ambiente, (los verdes, como les llaman), se organizan para tener sus barrios más limpios, sus parques, calles y alamedas verdes, con ellos continuamos, nuestro aprendizaje; de manera especial con los amigos de la Red Ambiental de la Urbanización Pachacamac, generosamente comenzaron a compartir con nosotros sus conocimientos para hacer brotar del desierto variadas flores, deliciosos frutos, hacer crecer árboles que en el verano dan sombra y que en el invierno nos animan con su fortaleza.Claro, todo eso con escasos recursos, casi cero herramientas, casi cero semillas, reutilizando los restos orgánicos de los propios domicilios para elaborar abonos, utilizando las plantas para combatir sus plagas, aprovechando el agua de lluvia y reutilizando el agua del hogar.Ahí nace nuestro Programa Viveros Sin Fronteras, agricultura urbana desde los hogares, inspirada en el Comité de Medio Ambiente Las Poncianas, Su líder Collas tenía en su casa un hermoso jardín donde producía plantas, era un mini vivero, que abastecía de plantas a sus vecinos, todo su barrio lucia verde, inspirado en su experiencia me dije si una casa puede producir 100 plantas al mes, entre diez casas podemos producir 1000 y de esa manera contribuir a tener nuestra ciudad verde. Hoy Viveros Sin Fronteras es un programa que contribuye desde los hogares a un ambiente saludable destacando el aporte que realizamos desde nuestros hogares al planeta.Gracias a reconocidas instituciones como a la Asociación Atocongo, hoy llamada UNACEM, y el Programa de Pequeñas Donaciones del PNUD, comenzamos a llegar de casa en casa, en cuatro grupos residenciales de Villa El Salvador. Las familias nos abrieron las puertas de sus hogares para desarrollar juntos lo que llamamos jardines productivos; en los locales comunales y centros educativos, desarrollamos talleres de agricultura urbana, y comenzamos a escribir, nuestros primeros manuales.