Bag om El Persa
Tal vez Plauto no sea un autor moralista, en sentido filosófico, pero sà un acérrimo defensor de la justicia y un gran humanista en el sentido etimológico de la palabra, un hombre absolutamente empático. Y el público lo amaba porque lo sabÃa. SabÃa que Plauto escribÃa, sin ser moralista, para elevar la moral romana, la de aquellos hombres y mujeres que habÃan perdido todos, sin excepción, algunos de sus seres más queridos en las guerras contra AnÃbal.
Los romanos amaban a Plauto porque siempre les hacÃa olvidarse de sus penas durante un buen rato, a fuerza de humor e interacción. Amaban a Plauto porque, independientemente de la condición social de cada uno, el maestro elegido por la musa ThalÃa subÃa criminales a escena y los ponÃa a su disposición para que dictaran sentencia y esta se ejecutase: no hay moral, pero sà justicia, justicia literaria. Las comedias de Plauto son obras de Derecho ficción o Justicia ficción o como quiera el lector .Y amaban a Plauto porque era un maestro de ceremonias sin igual y no habÃa espectáculo mejor que una comedia de Plauto para soltar adrenalina. Pues bien, El Persa es, sin duda, la comedia plautina donde el malvado, un odioso proxeneta, es puesto a disposición de ese tribunal popular que constituÃa el público romano y que, bajo la guÃa de los actores que ejercen la acusación, será irremisiblemente condenado.
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