Bag om El Utilitarismo (Spanish Edition)
El utilitarismo obliga a repetir constantemente los juicios éticos, que seran relativos al uso que se haga de las cosas, es decir, a las prácticas o conductas que se desarrollen con ellas. La religión o la energía atómica no son ni buenas ni malas, no puede establecerse para siempre la bondad o maldad de algo, sino que depende, en cada caso, de los resultados prácticos. Resultará, las más de las veces, que el utilitaristas calificará a las cosas, vinculadas siempre a conductas, de buenas si resultan beneficiosas y malas si resultan perjudiciales; resultando algunas de ellas buenas y malas a un mismo tiempo, al depender de la utilización que se haga de ellas. Así, la energía atómica es buena (útil, benéfica) en la medida en que proporciona iluminación a las grandes ciudades y mala (perjudicial) en la medida en que permite fabricar bómbas atómicas o desechar residuos radiactivos al mar. Esta consideración ética perdura en nuestros días con el nombre de pragmatismo el cual se caracteriza por hacer depender el juicio ético de los resultados prácticos y así medir la conducta bajo el criterio de su eficacia social.
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