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Se trata más o menos de lo mismo que en anteriores entregas, pero esta vez con unos cuantos subtÃtulos que de algún modo habrán de procurar establecer una relación directa u oblicua con el texto que preceden. Será algo asà como la fruta escarchada en el roscón de reyes a la que algunos somos adictos, un subgrupo de pequeños epÃgrafes no edulcorados sino probablemente todo lo contrario. Los mismos que comparten el apetito por la sangre del conde Orlok, o el de los diabéticos por el azúcar, una necesidad que los afectados apenas pueden gestionar, y que son más o menos los mismos que intentan escribir, o decir a viva voz, lo que la gente no quiere oÃr.
...Un libro de viajes, de aventuras a la vuelta de la esquina, de memorias personales, un libro de amores y desengaños, a road novel...
Tiempo de volver, ¿volver a dónde? más bien de regresar allí a dónde habías ido la primera vez. Regresar es un sofisma, una paradoja temporal... solo unos pasos atrás, pura energía mecánica, bipedismo (run -back) para empezar el tercer acto...ya saben...el amor otra vez, el péndulo de Foucault y todas esas ecuaciones de movimiento e integrales elípticas... el sexo, ocasional a veces, premeditado otras... la historia de las dos últimas décadas, del nuevo milenio -petardos y cronología banal-... los viajes otra vez, una especie de psicosis inespecífica, trashumancia nunca en tiempo real... una nueva gama de emociones y el espejismo de la madurez que te pilla en Babia, con cara de grilo y una doble pareja... Una nueva entrega, sarcástica, satírica mejor, agresiva, oblicua, transversal mejor, pero con el distanciamiento de siempre, el distanciamiento justo, la finesse, si vous préférez... una tercera entrega indispensable que una vez más nadie leerá salvo usted... the lucky one.
Un viaje al futuro (2100) perpetrado con fines desconocidos por una misteriosa agencia internacional con el motivo de reconocer futuros patrones de conducta y formas de organización social normalizadas...una historia personal sólo ligeramente sentimental...
Alex Piret es español -gentilicio sospechoso que no estamos seguros si perdurará-, de borrosa ascendencia belga -para mejorar las cosas-, nacido en el 1372-73 del calendario musulmán, justo antes de la muerte de Evita y de que Harry S. Truman detonara a Charlie (31 kilotones), y mucho antes de Microsoft y los sistemas operativos. De clase media baja y familia estructurada pero con evidentes trastornos dramático-emocionales... TLP, como buena parte del personal. Estudió Psicología, Literatura Inglesa, ha sido street -boss para ECI, pero on the soft side, y no tiene carné de conducir. Vivió en Punta (del Este), Montevideo, Buenos Aires, Madrid, Roma, París... (alegóricamente, como Kate Winslet en la cinta de Sam Mendes), Londres, Barcelona... y vive ahora en la comarca, entre buenos catalanes, "que son seres que se han pasado la vida siendo españoles 100% y ahora les han dicho que tienen que hacer otra cosa", como quería Pla. Ha escrito veinte libros o más, pero no lo has leído nadie, o casi nadie, salvo su profe de Contemporary English lit. en Malet St, y un tío abuelo en Kansas City, Sevilla (por motivos peregrinos aunque indiscutiblemente generosos), y unos doscientos cafiolos que se los han bajado de gorra en la Red, y su mujer, que también ha apadrinado un niño en Trujillo, Honduras. Ha tenido buenos amigos (en la actualidad desaparecidos) y es un buen dago él también, y nadie sabe por qué narices no ha cambiado de idioma, -por parsimony, propinquity, polarización...-, por qué diablos seguir escribiendo en una lengua que tantos hablan pero que tan pocos saben leer o escribir. Un tipo legal que paga sus impuestos y visita a su madre who`s going slowly but steadily nuts...y no espera nada, absolutamente nada, de usted.
A modo de epígrafeEscribí algunos papeles en el pasado, como todos los que nos dedicamos a esto, a pelar la pava. La mayoría de ellos prescindibles, aunque no del todo magallanes o irrelevantes, atributo dudoso que hoy los haría sin duda alguna susceptibles de ser publicados. Otros, en cambio, no lo fueron tanto, por lo menos en mi pequeña cosmogonía literaria. Los escritores tenemos una relación incómoda con nuestro pasado y decimos cosas como: vaya mierda, que naif, qué impúdico, con todas sus partes a la vista, toda la maquinaria grosa que exige el oficio.No obstante, en algunos de esos libros he encontrado todavía tímidas señales de vida, unos pocos y poco articulados viejos mensajes, los fósiles de épocas pasadas, como los restos óseos tehuelches en Puerto San Julián, una playa remota y solitaria al norte de Gallegos, Península Valdés, las voces de otros tiempos que se han ido literalmente al carajo.Por ese motivo, y sólo por eso, he decidido rescatar del cajón ( en mi caso un baúl tibetano lacado en negro con la figura dorada de un león infantil) tres libros: El primero (Incunables I"El pensamiento salvaje") viene de los setenta y no habla de la ciencia del neolítico sino de una dictadura (la uruguaya). Y lo hace, contra los hábitos del momento (los panfletos y los volantes) para levantar juego y desde el élan de los los nuevos filósofos, que fueron un chute de anfetaminas para los que estábamos en el asunto. Una postura algo más segura y acomodada que hacer pintadas o pegar carteles con engrudo pero, en cualquier caso, bastante expuesta. En esos tiempos las FC, aunque no pareciesen muy duchas en aquello de estructuras susceptibles de ser formalizadas, te rompían el orto por cualquier cosa, y uno andaba -nunca mejor dicho- con el culo a dos manos.El segundo (Incunables II Hamburguer Hamlet), es el resultado de un choque violento, pero todavía cultural, con la singular episteme de los ochenta, pero vista desde una óptica rigurosamente personal y muy poco filosófica ( mi estilo ya empezaba a tomar su forma definitiva después de las primeras medrosas y casi imperceptibles mutaciones).El tercero (Incunables III 1984) es un Diario (el de 1984, como ya habrán imaginado), una especie de Orwel ajourné o pasado por agua, el diario de un año al pedo en un apartamento de Princesa 3 dpdo, (con vistas a la puesta de sol en Casa de campo, Alberti en el piso de arriba, y Banderas y Poncela rondando por los ascensores, justo antes de su escrache y posterior divague). Libro excesivamente subjetivo que me lleva a la conclusión de que más o menos toda la literatura es un asunto de tipos que están solaris, que la gente no entiende nada, y que el resto -llámese novela o como a usted o a su editor se le cante- es solo marketing, y la lectura al uso, un entretenimiento más, como el Ludo o el Scrable, y que (Borges) ya lo sabía, pero no dijo nada.Y la pregunta que nos hacemos es ¿por qué hacer ahora, tres o cuatro décadas más tarde, la exhumación de los restos de estos tres paquetes?, ¿por qué no dejarlos dormir el sueño de los justos en su jonca tibetano y colgarlos por las patas en el secadero de la Red, Amazon, KDP, la Europeana Collections... o la concha de tu hermana? ¿Por tacañería, por marroquero, por sacarle dos mangos al menorá y a las bombachas kosher 1943 de la abuela? ¿Por vanidad, por hacerte un Montoto y poner allí donde antes no había nada un famoso escritor desconocido, como le gusta a algunos?...
...la comedia negra, la fertilidad de los pequeños accidentes de nuestra vida cotidiana, la morosidad, la simpleza escatológica de nuestros secretos hábitos personales, la auto-inmolación, la mordacidad y el sentimentalismo fácil en primera persona, junto con una especie de desapasionada afección por una bio socialmente irrelevante...podrían ser los únicos elementos de juicio sobre los que sostener la estructura de la vida de Nadie -técnicamente hablando- en tres o cuatros volúmenes... ...Simon says: what the heck is that language you`re writing in?: un poco de inglés por aquí, español de academia, un poco de latín, la jerga del talego, le francais del Manual Amador, un poco de lunfardo, búlgaro quizás, el yiddish del Once o de Villa Muñoz, y todos esos errores de edición, como con Lezama...¿qué cojones es esto? Ladino, digo yo, la lengua de la diáspora, la lengua del porvenir...
Y entonces pasó. Las cosas iban a cambiar, como se les cambia el agua a los peces en casa. Fueron cinco o seis años de adaptación que parecieron apenas meses, y en un estado de ingravidez y optimismo sin fundamento, lo mismo que un viaje inesperado a Marte. Un poco como el de Alexandre que, cuando llegara el momento, en el dos mil ocho, haría el mismo recorrido, pero en el útero de su madre. Un viaje igual de claustrofóbico y desconcertante, pero bastante más cómodo, o eso pensábamos.
... y si pensaba que Flok era una inofensiva perrita Pomerania, pruebe a encerrase solo con ella y a no alimentarla durante......y si usted como yo creía que los dedos de los pies no tienen nombre, o es el mismo que el de las manos, sepa que ..., y no le digo nada si hablamos de las uñas..."...no, al social censorship against literally inadequacy...""...reality is so harsh that the only way to get answers is sarcasm..."...claro que siempre puede leer los Anales de Tácito, o a Lacan, ya sabe, it´s not necessarely me, Bruno Mars it`s also available..."...hay una cara oculta en todas las cosas, y descubrirla es el trabajo en el que usted y yo estamos..."...y si piensa que esto no es otra cosa que academic remedial a la falta de ideas, permítame que le diga que no va del todo desencaminado..."I`m a critic (that`s much more everything) ... AA"
A modo de epígrafeEscribí algunos papeles en el pasado, como todos los que nos dedicamos a esto, a pelar la pava. La mayoría de ellos prescindibles, aunque no del todo magallanes o irrelevantes, atributo dudoso que hoy los haría sin duda alguna susceptibles de ser publicados. Otros, en cambio, no lo fueron tanto, por lo menos en mi pequeña cosmogonía literaria. Los escritores tenemos una relación incómoda con nuestro pasado y decimos cosas como: vaya mierda, que naif, qué impúdico, con todas sus partes a la vista, toda la maquinaria grosa que exige el oficio.No obstante, en algunos de esos libros he encontrado todavía tímidas señales de vida, unos pocos y poco articulados viejos mensajes, los fósiles de épocas pasadas, como los restos óseos tehuelches en Puerto San Julián, una playa remota y solitaria al norte de Gallegos, Península Valdés, las voces de otros tiempos que se han ido literalmente al carajo.Por ese motivo, y sólo por eso, he decidido rescatar del cajón ( en mi caso un baúl tibetano lacado en negro con la figura dorada de un león infantil) tres libros: El primero (Incunables I"El pensamiento salvaje") viene de los setenta y no habla de la ciencia del neolítico sino de una dictadura (la uruguaya). Y lo hace, contra los hábitos del momento (los panfletos y los volantes) para levantar juego y desde el élan de los los nuevos filósofos, que fueron un chute de anfetaminas para los que estábamos en el asunto. Una postura algo más segura y acomodada que hacer pintadas o pegar carteles con engrudo pero, en cualquier caso, bastante expuesta. En esos tiempos las FC, aunque no pareciesen muy duchas en aquello de estructuras susceptibles de ser formalizadas, te rompían el orto por cualquier cosa, y uno andaba -nunca mejor dicho- con el culo a dos manos.El segundo (Incunables II Hamburguer Hamlet), es el resultado de un choque violento, pero todavía cultural, con la singular episteme de los ochenta, pero vista desde una óptica rigurosamente personal y muy poco filosófica ( mi estilo ya empezaba a tomar su forma definitiva después de las primeras medrosas y casi imperceptibles mutaciones).El tercero (Incunables III 1984) es un Diario (el de 1984, como ya habrán imaginado), una especie de Orwel ajourné o pasado por agua, el diario de un año al pedo en un apartamento de Princesa 3 dpdo, (con vistas a la puesta de sol en Casa de campo, Alberti en el piso de arriba, y Banderas y Poncela rondando por los ascensores, justo antes de su escrache y posterior divague). Libro excesivamente subjetivo que me lleva a la conclusión de que más o menos toda la literatura es un asunto de tipos que están solaris, que la gente no entiende nada, y que el resto -llámese novela o como a usted o a su editor se le cante- es solo marketing, y la lectura al uso, un entretenimiento más, como el Ludo o el Scrable, y que (Borges) ya lo sabía, pero no dijo nada.Y la pregunta que nos hacemos es ¿por qué hacer ahora, tres o cuatro décadas más tarde, la exhumación de los restos de estos tres paquetes?, ¿por qué no dejarlos dormir el sueño de los justos en su jonca tibetano y colgarlos por las patas en el secadero de la Red, Amazon, KDP, la Europeana Collections... o la concha de tu hermana? ¿Por tacañería, por marroquero, por sacarle dos mangos al menorá y a las bombachas kosher 1943 de la abuela? ¿Por vanidad, por hacerte un Montoto y poner allí donde antes no había nada un famoso escritor desconocido, como le gusta a algunos?...
...del Paraíso Perdido, el funambulismo en casa, la omertá en la Mala Junta, la barbarie bucólica de la dictadura y la vida hecha polvo con un gancho de izquierda y un uppercut...a los viajes, el trasiego, la excitación de un urbanismo de fractura y una sociabilidad morbosa solapándose con tu frágil intimidad...y la certeza de que en algún lugar hay que vivir, en Mota del Cuervo, Londres o la República de Molossia... A los 23 el chico decide vivir su vida, estoica, heroica, frívolamente y sin un ápice de incredulidad...y luego escribirlo. Una segunda parte de las Memorias de Alex P, divertida, contenida y ligeramente cínica...
Le puede gustar más o menos, o no le puede gustar nada, pero ahí está. Puede vivirla o no, aunque renunciar a ella requiere la clase de esfuerzo que probablemente no esté usted dispuesto a hacer. Y estoy hablando de la vida en toda su magnitud, aunque uno no sea propenso a magnificarla sin saber bien porqué. Que la vita, mucho me temo, viene en todos los tamaños, grande, pequeño o insignificante. El caso es que llegado cierto punto, la mentira y el engaño con los que algunos merodean son sustituidos por la más llana estupidez. Uno empieza a ver los despropósitos y necedades que llenan el espacio vacío entre las decisiones importantes que a veces nos toca tomar o que toman otros por nosotros... si el matrimonio o la pareja, si la paternidad o la soltería usque in finim, si gasolina o eléctrico, si invadir Ucrania o cualquier otro país, y cuáles son países y cuáles no, y por qué todos quieren serlo, pequeños muy pequeños o rabiosamente grandes, con sus banderas, presupuestos y políticos, cuando podríamos ser todos una gran y feliz comunidad, si misiles o armas nucleares tácticas o palos y piedras, si subir o bajar los tipos para que todo siga igual, si implantarte pelo en Estambul o ir al cero y hacerte crecer una barba como la de Valle Inclán, de la que se ocupe luego el barbero, si todo al final va de algoritmos o es solo una cuestión de monos, como en el video de Cold Play. Si uno se detiene a pensar solo un segundo, tiene la sensación de que entre una cosa y otra hay mucho, un montón de ridículo, cuando estas no son ridículas en sí mismas. Y no digo ridículo como sustantivo o adjetivo masculino, sino más bien como en Pérez Galdós, cito: y"comprendió como lo ridículo se le venía encima". Que no lo ha entendido aún, permita se lo explique entonces de otra manera. No estoy hablando de ridículo igual que en ñoño o irrisorio, sino como en grotesco. Hablo de ridículo como naturaleza de lo sagrado, de lo mal que están las cosas y de la poca capacidad que tenemos de actuar sobre ellas. Hablo de idiosincrasia, conducta social e interacción, de lo mal que está todo y del mal que nos hacemos mutuamente. Si ridículo es prácticamente Todo se diría que estamos ya en el punto de no retorno, y del cinismo se sale solo de dos formas: superándolo o hundiéndose con él. Este es un libro irreverente, como lo han sido los anteriores, no es patético ni pesimista, no es una moral de urgencia como en Nietzsche, sino algo parecido a la Enciclopedia nazi de Eslava Galán, y a la frustración de Jean-Luc (Godard) "porque si las cosas no saliesen como espero, aún así no cambiaría mis expectativas". Y es también el tercer set de un partido que voy a perder, y mi particular estilo de ejercitar el sentido del humor antes de que todo se vaya a la mierda. Porque al final se trata solo de sonreír, que reír ya nos hacen reír los cabrones de los otros. Y si al entrar aquí usted no leyó algo como"Lasciate ogni speranza, voi ch`entrate", sino algo entre el español y el inglés, o el javanés, el maltés o el catalán, algo entre el francés (ridicule) o el rumano (ridicol), y el latín (de ridere y el sufijo culum) es por darle a este tercer volumen un aspecto menos local y más internacional, y porque no se trata de uno de lo siete defectos del español, sino de una categoría universal. Algo que está en la naturaleza de muchos, de los alemanes y de los franceses también. Y si usted ha leído prepucio y no prefacio como debería ser, es por dos razones, porque el lenguaje nos habla o habla por nosotros, porque a veces las palabras nos la juegan y somos nosotros los que le atribuimos una responsabilidad que es solo nuestra, como la de haber matado a Dios, diría Nietzsche. Lo que me da derecho a decir que este libro no lo he escrito yo, sino el lenguaje, y de la única parte de la que me hago responsable es de aquella que pueda hacerle gracia o entretenerlo.
A veces pienso a dónde van las memorias de un desconocido, en el caso de que las escriba, lo que parece en cualquier caso un esfuerzo gratuito; y de que nadie las lea, ni siquiera tu abogado, porque si hay unos cuantos furbos que lo hacen ya no se trataría técnicamente de un desconocido. ¿A dónde van? Al limbo, al baúl de los recuerdos de la abuelita Yoyo, al cajón de la ropa de cama de tu mamaíta borderline, junto con la kipa del Bar Mitzvá o el traje de la primera comunión, al círculo de los herejes en donde habrán de sufrir tormento por toda la eternidad, siendo que "toda la eternidad" parece ser un bonito pleonasmo, otra manera de empezar a escribir (mal), "to write badly and boringly"...quiero decir. Sabemos que lo hacen los famosos, los periodistas, los que leen las noticias en televisión, el bacanaje, y que no lo hace la gente corriente, los outsiders, los bajitos, los empleados de El Corte Inglés, los juntapuchos, los campeones de tres en raya, el bueno de Messi, o los bólidos con un problema de cromosomas, aunque no necesariamente de regulación emocional inadecuada... y quiero saber por qué. He estado en el sillón a veces y otras en el diván, ahora la Dra Melfy, ahora T. Soprano....
Continuación de La consulta del Dr. Frodo (Strictly unsentimental)Estas consultas serán parte del todavía inexistente y confieso que dudoso blog de Alex P., delusive, derogatory and very unpleasant (dice el OED) panfletista o hack writer al que no le importará una leche que todo salga en ocasiones unlicensed y mala onda, y otras un poco toff o cheto para los que no conocen la lengua de Guillermo. Porque cada uno escribe como se le canta.Puedo reivindicar la autoría de algunos libros serios y otros ni tanto ni tan poco. Unos no demasiado buenos y otros incluso mediocres, pero no me retracto de ninguno de ellos. Aunque en honor a la verdad debo decir que, sin importar la naturaleza de sus presunciones, no parece que hayan encontrado eco entre sus escasos lectores. Los pobres no saben lo que leen, y con frecuencia leen lo que le dicen otros que lean, en especial los tabloides, los algoritmos de Amazon Books (global garret en el que también puede encontrarme) y Jorge Herralde.Y cuando he estado sin ganas de laburar por estar hasta el fuelle o simplemente harto, se me ha dado por hablar, y lo he hecho a veces en serio y otras no tanto, con unos y otras, y en todas y en cada una de esas raras oportunidades he visto dibujarse en sus caras un aura de resentimiento y reproche, unas ganas locas de salir por piernas, como diría Barceló, cuando le hablan del procés (circa 2018).Créanme cuando les digo que nadie quiere escuchar la verdad cuando no le complace o divierte, y menos si viene de un freudian fake como quien les habla. Está claro que el personal prefiere consultar a sus tertulianos (que es el trabajo con que se ganan la vida hoy los juntaletras y periodistas más turros, por no mencionar a interinos y catedráticos varios que saben ya que to Google es un verbo en el diccionario), o en su defecto pasar el rato leyendo los comentarios en la web, que es lo que se lleva ahora, y que no son más que Amancio Ortega revela... Aun así, son ellos los que tienen el chumbo, no sé si me entienden.Y lo que voy a hacer aquí, en esta consulta, es algo mita y mita, entre Pinto y Valdemoro, un coloquialismo desnudo, halal (o cashrut), una rápida incisión en la garganta cortando rápidamente la yugular y la carótida, como el que hacían Segismundo y la Sra. Elena Francis, cada uno a su manera, y con resultados varios. Entre otras cosas porque deduzco que la boludez con todas sus vocales y consonantes, es hoy el género preferido por la gente y consumidores de aparatos como este, de los que hay, como usted sabe, porradas, tantos como partículas de energía electromagnética en las ondas.Y es por esta razón, entre otras, que he llegado a la conclusión de que lo que las chinas y varones de hoy, los tranquilos y los histéricos necesitan, es sólo una changa, una respuesta a su medida, en una escala más o menos corta (nunca más de dos o tres mil palabras) y a ser posible de su misma talla, una asesoría sonsa, la justa para que se queden mosca, o dicho de otro modo, una evisceración rápida que ponga en evidencia lo que son y seguirán siendo, por poco que les guste.
En esta ocasión me he tomado el atrevimiento de hacer públicas las consultas de mis analizantes manteniendo siempre el anonimato, con la excepción de género y procedencia, que en tiempo de guerra y estadística se dirían imprescindibles para los amantes de las categorías inútiles. La clave está en que cuando nos vemos amenazados globalmente por parte de los poderes fácticos a los que se les ha ido la hoya, las alertas en nuestro tronco encefálico ( donde se origina el instinto de supervivencia) se disparan y ya no hay nada que las controle, salvo quizás una buena serie -otra- de David Simon, o maneras varias de mantener la calma cuando vienen mal dadas. Deténgase por un minuto antes de seguir adelante e imagine un futuro en que el planeta entero esté bajo el control de sujetos como Ante Pavelic, Enver Oxha, Sadam, Pol Pot o el demócrata orgánico antes conocido como el General Francisco Franco. Algunos de los cuales estudiaron en Francia y otros, cuasi analfabetos, descansan plácidamente en el cementerio de Mingorrubio o en el Sacramental de San Isidro, tipos recios entre otros líderes carismáticos mucho más remilgados como un buen gallego, nuestro muy somero Bertiño, Tucho o Alberte, que dirían mis paisanos.Y dígame ahora si en una situación parecida habría lugar para la esperanza...
...un segundo volumen a "Cultural Chic", continúa la reflexión sobre identidades culturales y nacionales, las memorias y la sátira del género...
Quisiera agradecer a mis lectores y analizantes y en especial a las de sexo femenino antes de seguir adelante con la cura, si se me permite el eufemismo. El caso es que visto el extraordinario número de ventas y descargas gratuitas de mis dos anteriores entregas, me he visto en la necesidad de no desatender a mi clientela de uno y otro género, trans, bi o simplemente poli y todos los otros miembros de organizaciones similares de la LGTBI+ y de aquellas todavía latentes que desvinculan al sexo de ideas preconcebidas (aunque en psicoanálisis me temo nos hayamos quedado en homo o bi, a lo sumo), y en definitiva no privarlos del aparente disfrute y perverso regocijo imagino al que les conduce los libritos de tan singular naturaleza.
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