Bag om La consulta del Dr. Frodo (II)
Continuación de La consulta del Dr. Frodo (Strictly unsentimental)
Estas consultas serán parte del todavía inexistente y confieso que dudoso blog de Alex P., delusive, derogatory and very unpleasant (dice el OED) panfletista o hack writer al que no le importará una leche que todo salga en ocasiones unlicensed y mala onda, y otras un poco toff o cheto para los que no conocen la lengua de Guillermo. Porque cada uno escribe como se le canta.
Puedo reivindicar la autoría de algunos libros serios y otros ni tanto ni tan poco. Unos no demasiado buenos y otros incluso mediocres, pero no me retracto de ninguno de ellos. Aunque en honor a la verdad debo decir que, sin importar la naturaleza de sus presunciones, no parece que hayan encontrado eco entre sus escasos lectores. Los pobres no saben lo que leen, y con frecuencia leen lo que le dicen otros que lean, en especial los tabloides, los algoritmos de Amazon Books (global garret en el que también puede encontrarme) y Jorge Herralde.
Y cuando he estado sin ganas de laburar por estar hasta el fuelle o simplemente harto, se me ha dado por hablar, y lo he hecho a veces en serio y otras no tanto, con unos y otras, y en todas y en cada una de esas raras oportunidades he visto dibujarse en sus caras un aura de resentimiento y reproche, unas ganas locas de salir por piernas, como diría Barceló, cuando le hablan del procés (circa 2018).
Créanme cuando les digo que nadie quiere escuchar la verdad cuando no le complace o divierte, y menos si viene de un freudian fake como quien les habla. Está claro que el personal prefiere consultar a sus tertulianos (que es el trabajo con que se ganan la vida hoy los juntaletras y periodistas más turros, por no mencionar a interinos y catedráticos varios que saben ya que to Google es un verbo en el diccionario), o en su defecto pasar el rato leyendo los comentarios en la web, que es lo que se lleva ahora, y que no son más que Amancio Ortega revela... Aun así, son ellos los que tienen el chumbo, no sé si me entienden.
Y lo que voy a hacer aquí, en esta consulta, es algo mita y mita, entre Pinto y Valdemoro, un coloquialismo desnudo, halal (o cashrut), una rápida incisión en la garganta cortando rápidamente la yugular y la carótida, como el que hacían Segismundo y la Sra. Elena Francis, cada uno a su manera, y con resultados varios. Entre otras cosas porque deduzco que la boludez con todas sus vocales y consonantes, es hoy el género preferido por la gente y consumidores de aparatos como este, de los que hay, como usted sabe, porradas, tantos como partículas de energía electromagnética en las ondas.
Y es por esta razón, entre otras, que he llegado a la conclusión de que lo que las chinas y varones de hoy, los tranquilos y los histéricos necesitan, es sólo una changa, una respuesta a su medida, en una escala más o menos corta (nunca más de dos o tres mil palabras) y a ser posible de su misma talla, una asesoría sonsa, la justa para que se queden mosca, o dicho de otro modo, una evisceración rápida que ponga en evidencia lo que son y seguirán siendo, por poco que les guste.
Vis mere