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This is a reproduction of a book published before 1923. This book may have occasional imperfections such as missing or blurred pages, poor pictures, errant marks, etc. that were either part of the original artifact, or were introduced by the scanning process. We believe this work is culturally important, and despite the imperfections, have elected to bring it back into print as part of our continuing commitment to the preservation of printed works worldwide. We appreciate your understanding of the imperfections in the preservation process, and hope you enjoy this valuable book. ++++ The below data was compiled from various identification fields in the bibliographic record of this title. This data is provided as an additional tool in helping to ensure edition identification: ++++ Potpourri: Silbidos De Un Vago 3 Eugenio Cambacérès E. Denné, 1883
"En la sangre", de Eugenio Cambaceres. Eugenio Cambaceres fue un escritor y político argentino (1843-1888)
"Sin rumbo", de Eugenio Cambaceres. Eugenio Cambaceres fue un escritor y político argentino (1843-1888)
Sin rumbo es, a juicio de la crítica, la mejor novela de Eugenio Cambacérés, quien la denomina estudio .
En dos hileras, los animales hacían calle a una mesa llena de lana que varios hombres se ocupaban en atar.Los vellones, asentados sobre el plato de una enorme balanza que una correa de cuero crudo suspendía del maderamen del techo, eran arrojados después al fondo del galpón y allí estivados en altas pilas semejantes a la falda de una montaña en deshielo.Las ovejas, brutalmente maneadas de las patas, echadas de costado unas junto a otras, las caras vueltas hacia el lado del corral, entrecerraban los ojos con una expresión inconsciente de cansancio y de dolor, jadeaban sofocadas.Alrededor, a lo largo de las paredes, en grupos, hombres y mujeres trabajaban agachados.La vincha, sujetando la cerda negra y dura de los criollos, la alpargata, las bombachas, la boina, el chiripá, el pantalón, la bota de potro, al lado de la zaraza harapienta de las hembras, se veían confundidos en un conjunto mugriento.
De cabeza grande, de facciones chatas, ganchuda la nariz, saliente el labio inferior, en la expresión aviesa de sus ojos chicos y sumidos, una capacidad de buitre se acusaba.Llevaba un traje raído de pana gris, un sombrero redondo de alas anchas, un aro de oro en la oreja, la doblesuela claveteada de sus zapatos marcaba el ritmo de su andar pesado y trabajoso sobre las piedras desiguales de la calle.De vez en cuando, lentamente, paseaba la mirada en torno suyo, daba un golpe -uno solo- al llamador de alguna puerta, y, encorvado bajo el peso de la carga que soportaban sus hombres: "tachero"... gritaba con voz gangosa: "¿componi calderi, tachi, siñora?".Un momento, alargando el cuello, hundía la vista en el zaguán. Continuaba luego su camino entre ruidos de latón y fierro viejo. Había en su paso una resignación de buey.Alguna mulata zarrapastrosa, desgreñada, solía asomar; lo chisteaba, regateaba, porfiaba, "alegaba", acababa por ajustarse con él.Poco a poco, en su lucha tenaz y paciente por vivir, llegó así hasta el extremo Sud de la ciudad, penetró en una casa de la calle San Juan entre Bolívar y Defensa.
El «Orénoque», de la compañía «MESSAGERIES MARITIMES», acababa de fondear frente a Pauillac con cargamento general de mercaderías humanas procedentes del Río de la Plata y escalas del Brasil.Lotes de pueblo vasco, hacienda cerril atracada por montones, en tropa, al muelle de pasajeros de Buenos Aires, diez o quince años antes, con un atado de trapos de coco azul sobre los hombros y zapatos de herraduras en los pies.Lecheros, horneros y ovejeros trasformados con la vuelta de los tiempos y la ayuda paciente y resignada de una labor bestial, en caballeros capitalistas que se vuelven a su tierra pagándose pasajes de primera para ellos y sus crías, pero siempre tan groseros y tan bárbaros como Dios los echó al mundo.Surtido de portugueses y brasileros alzados en Río, Bahía y Pernambuco. Gentes blandujas y fofas como la lengua que hablan.Pasan su vida abordo descuajados sobre asientos de paja, comiendo y vomitando mangos y, aunque entre ellos suele haber uno que otro que medio pasa, en cambio, la casi totalidad enferma es vulgar, dejada y sucia.
Esta novela, subtitulada «Silbidos de un vago» al igual que «Música sentimental» (1884), narra la historia de un joven abogado argentino que lo abandona todo para dedicarse por entero a una vida de placer, de infidelidades y huidas.Eugenio Cambaceres (1843-1889) fue un abogado, político y escritor argentino. Hombre polémico, recibió críticas como diputado debido a un escándalo romántico y a sus ideas liberales; como escritor, por el crudo realismo de sus ficciones, herederas del naturalismo europeo.
«Sin rumbo» (1885) narra la vida de Andrés, un joven abúlico que padece el mal del siglo. Andrés se aburre de todo: corteja y conquista a mujeres a las que después abandona, pero su vida cambia cuando descubre que una de sus examantes ha muerto y ha dejado huérfana a su propia hija.Eugenio Cambaceres (1843-1889) fue un abogado, político y escritor argentino. Hombre polémico, recibió críticas como diputado debido a un escándalo romántico y a sus ideas liberales; como escritor, por el crudo realismo de sus ficciones, herederas del naturalismo europeo.
Esta novela narra la vida de Genaro, hijo de inmigrantes italianos, que usa la herencia paterna para estudiar y mejorar su posición social, sin embargo, lleva en la sangre la mezquindad de su familia y acaba recurriendo a estrategias cobardes para lograr dinero y prestigio.Eugenio Cambaceres (1843-1889) fue un abogado, político y escritor argentino. Hombre polémico, recibió críticas como diputado debido a un escándalo romántico y a sus ideas liberales; como escritor, por el crudo realismo de sus ficciones, herederas del naturalismo europeo.
Esta novela, subtitulada «Silbidos de un vago» al igual que «Pot-pourri» (1882), narra la historia de Pablo, un joven argentino adinerado que viaja a París y se entromete en la vida de dos mujeres: una prostituta y una condesa. Sus conquistas atraerán la desgracia sobre él y sus amantes.Eugenio Cambaceres (1843-1889) fue un abogado, político y escritor argentino. Hombre polémico, recibió críticas como diputado debido a un escándalo romántico y a sus ideas liberales; como escritor, por el crudo realismo de sus ficciones, herederas del naturalismo europeo.
Eugenio Cambaceres was the first to introduce the naturalist manner of Zola to Argentinean literature in the late 19th century. His work is crucial to understand the period of consolidation of Argentina, the formation of a national identity and the role of the intellectual in that transition.
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