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El uso excesivo del teléfono ha crecido de manera alarmante entre un gran número de usuarios de telefonía. Los médicos han definido este hábito como "adicción al móvil", o de manera más eufemística, "problemas de uso del teléfono móvil". También se ha acuñado el término de "nomofobia" como el miedo irracional a salir de casa sin el teléfono móvil.Aunque no existe todavía un consenso entre médicos y psiquiatras acerca de la definición de este hábito telefónico excesivo como una adicción, está teniendo un tremendo impacto en nuestra sociedad. Los teléfonos móviles han cambiado de forma rápida y drástica las prácticas sociales, nuestras relaciones humanas y la manera de hacer negocios. Sin embargo, paradójicamente, no somos todavía conscientes del impacto en nuestras vidas. Las personas están sustituyendo, a gran escala, la valiosa experiencia de charlar con la gente cara a cara con enviarles un texto que consta de un par de palabras y abreviaturas. La interacción real está desapareciendo; da la impresión de que hay una falta de la realidad, que ha sido sustituido por una realidad virtual. Esto genera un círculo vicioso: cuanto menos interactuamos con otras personas, más nos cuesta hacerlo, hasta que llega un punto en que no sabemos cómo actuar si no tenemos nuestro móvil a mano.
Corre el año de Gracia de 1588, y Ginesillo Pacheco, un muchacho sevillano de apenas doce años de edad, se enrola como grumete en la "Grande Y Felicísima Armada", en palabras de su impulsor, el rey Felipe II, o la Armada Invencible, como la denominaron sarcásticamente los ingleses. A partir de aquel momento, el pequeño grumete nos va narrando los muchos avatares de aquella infortunada empresa, las tempestades y batallas que dieron al traste con ella, hasta que el galeón en que viajaba naufraga en las costas irlandesas frente a la isla Clare, donde es apresado por los hombres de la temible Grace O¿Malley, conocida por todos como la "reina de los piratas". Permanece en aquella isla durante trece años, al cabo de los cuales, enterado por la referida Grace O¿Malley de que el rey Felipe III ha enviado al sur de Irlanda una nueva flota española para ayudar a los rebeldes irlandeses en su lucha contra la Corona Inglesa, decide ponerse en camino, a fin de reunirse con los españoles que se han hecho fuertes en la ciudad de Kinsale. Finalmente, las tropas españolas e irlandesas son derrotadas por el ejército inglés al mando de Lord Mountjoy, el cual permite que los supervivientes españoles regresen a España, pero Ginesillo Pacheco se ha prendado de la hija de Aidán, uno de los jefes rebeldes y resuelve quedarse para siempre Irlanda.
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