Bag om Cuando la Misericordia Prevalece sobre el Juicio
En la actualidad podemos testificar de la caída de las naciones occidentales y la muerte lenta de la Iglesia en el Oeste. Los grandes maestros, pastores y líderes han advertido, aconsejado, y aún amenazado a aquellos que han retrocedido, pero a pesar de su mejor enseñanza no han conseguido ningún resultado, ni han cambiado ni al mundo ni a la Iglesia. Pero hay un último remedio para detener el ciclo de muerte y deterioramiento espiritual, y es que un ejército de creyentes consagrados y responsables esté dispuesto a arrodillarse, y a clamar a Dios por misericordia y convicción de pecados. Si nadie se para en la brecha, el juicio nos alcanzará, y seremos destruidos. Dios es misericordioso, y podemos confiar que Él contestará nuestras oraciones por los miles y miles que se han extraviado; pero sin olvidar que Él también es justo, y que si no hay arrepentimiento, la muerte y la destrucción se producirán inevitablemente. Todo esto está muy cercano. Por eso es que llamamos urgentemente a los creyentes para que se pongan en la brecha, o de lo contrario sufrirán las consecuencias de no haberlo hecho. La historia de repite una y otra vez. Si no es así, no es historia que se renueva con absoluta exactitud. Cuando los pueblos atraviesan por períodos de afluencia, paz y seguridad, invariablemente se apartan de Dios y desobedecen Sus Mandamientos. Luego gradualmente se convierten en gente obstinada, y dura de cerviz. El pecado se muda en perversión, y Dios les envía profetas, pastores y gentes justas quienes les invitan a arrepentirse y volver a Él, pero sin obtener ningún éxito. Típicamente, las naciones no muestran ninguna señal de arrepentimiento, lo que es un acto de rechazo hacia Dios. Entonces, ¿qué es lo que Dios hace? No tiene otra alternativa que levantar pueblos crueles quienes llevan a cabo Su juicio para deshacerse de todos los malvados, hasta que sólo quede un remanente humilde quiénes viven en el temor de Dios. Luego solo ellos podrán ver la gravedad de haber presenciado a aquellos que han pecado delante de un Dios que es santo. Si miramos a muchas naciones en la actualidad, la mayoría de las cuales están en el Oeste, no necesitamos ser muy sabios para poder ver que estamos por presenciar la historia repetirse una vez más con todas las dolorosas consecuencias de la destrucción, la miseria y la muerte. Si usted está en esta situación, comience a orar por todo esto, y también por sus seres queridos para que esto no les alcance. En este libro encontrará lo que necesita saber acerca de la intercesión y de la urgencia de su intervención para la salvación de los perdidos. Lo que se requiere es saber quién está en necesidad de su oración, y también su decisión de responder seriamente a ese llamado, esperando que se produzca el más grande derramamiento del Espíritu Santo que el mundo haya jamás conocido, porque la maldad de la humanidad ha alcanzado niveles sin precedentes. Como podrá apreciar, el mal ha usado la tecnología para extenderse y alcanzar a todas las naciones y a todo individuo en la tierra. Esta va a ser una tarea desafiante que le mostrará de que material usted está hecho, y cuan dispuesto está para poder crecer en estatura y en carácter cuando decida participar en la misión que requerirá la decisión más grande de su vida. Usted tiene en este libro una guía de lo que necesita hacer, como hacerlo, y el mejor medio de obtener el éxito. Por lo tanto, sabrá la clase de precio que tendrá que pagar, así como también las asombrosas recompensas que le esperan. Ellas serán suyas si obedece el llamado de Dios de ponerse en la brecha por aquellos que dependen de sus oraciones para su salvación.
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