Florilegio Filosófico Literario - Windmills Editions - Bog

Etimológicamente "Florilegio" significa colección, antología, miscelánea de trozos selectos de obras literarias, repertorio, selección... pues eso es lo que hoy sale a luz pública, un florilegio de pensamientos filosóficos.
Quiero advertir que el material aquí publicado va dedicado a personas, que a lo mejor nunca han realizado estudios de filosofía.
Pretendo identificar este material como un ensayo sobrio y variado, sin el aparato crítico que exigen las obras magistrales; pero si, una variedad de temas y enfoques, especialmente en el campo de la Ética, auxiliada por las demás ramas de la filosofía.
Como dice Horacio, el gran poeta latino: "Omne tulit punctum, qui miscuit utile dulci" (contiene cosas necesarias y útiles)
La forma aleatoria de los temas parecería un capricho personal, pero más bien, han sido sugeridos por las mismas necesidades que surgen en el momento de impartir la cátedra o propuestas de los estudiantes cuando expresan sus dudas en el desarrollo de los temas.
Algunos de los materiales que aquí expongo fueron publicados en boletines, revistas o impresos para los estudiantes.
He comprendido a lo largo de la vida que la tarea del filósofo es la de todo hombre racional que va ejecutando sus actos en búsqueda de la felicidad y que cada vez va mejorando sus experiencias a fuerza de enfrentarse con la realidad que cada día le brinda una gama de nuevas luces que le permiten mejorar sus actuaciones.
Recuerdo haber leído en cierta ocasión una frase que a lo mejor es de Sócrates, y dice:
"Un dios me dio por tarea vivir filosofando, examinándome a mí mismo y a los demás, pues una vida sin examen no es digna de ser vivida."
Y eso es lo que presento a continuación, una especie de análisis de ideas que han permanecido impactando a muchos pensadores y que cobran vigencia cuando las aplicamos a nuestras vidas.
El mundo postmoderno sigue los pasos del existencialismo; un existencialismo secular, donde Dios cada vez está más ausente en la vida cotidiana del hombre.
Este existencialismo está basado en el fracaso de los sistemas políticos para gobernar con éxito.
La desesperación y la angustia se manifiestan cotidianamente en el espectro de la pobreza extrema, la violencia y la miseria que asfixian al mundo.
El hombre moderno se enfrenta a su propio drama, a su conflicto interno, subjetivo como un estoico, apático, indiferente, sin amor ni odio, sin fe ni esperanza; y en su afán de sobrevivir a las amenazas de su entorno, lucha y acumula como hormiga cosas materiales que considera valiosas mientras le llega su turno, el turno de la muerte.
El existencialismo moderno al proponer evitar las pasiones se deshumaniza. ¿Qué es el hombre sin pasiones? Sin embargo, como señala Kierkegaard: el hombre tiene que aceptarse a sí mismo, debe reconocer que no es autosuficiente, sino finito, limitado, y que no es un ser puramente material, sino de índole espiritual, una síntesis de finito y de infinito, de materia y espíritu.