Gør som tusindvis af andre bogelskere
Tilmeld dig nyhedsbrevet og få gode tilbud og inspiration til din næste læsning.
Ved tilmelding accepterer du vores persondatapolitik.Du kan altid afmelde dig igen.
El libro ""El �����ngel, El Molino, El Caracol Del Faro"" (1921) de Gabriel Mir������ es una obra literaria que se enmarca dentro del modernismo espa�����ol. La trama se desarrolla en la ciudad de Alicante, donde el autor naci������ y pas������ gran parte de su vida. La historia se centra en la vida de una familia aristocr�����tica y sus relaciones con los habitantes del pueblo cercano. El protagonista de la novela es Rafael, un joven que regresa a su ciudad natal despu�����s de haber pasado varios a�����os fuera estudiando en el extranjero. A su regreso, se reencuentra con su familia y amigos, y comienza a descubrir los secretos y las intrigas que se esconden detr�����s de la aparente tranquilidad del lugar. La obra se caracteriza por su estilo po�����tico y evocador, en el que el autor utiliza una prosa rica en im�����genes y met�����foras para describir los paisajes y las emociones de los personajes. Adem�����s, la novela aborda temas como el amor, la muerte, la religi������n y la decadencia de la aristocracia espa�����ola en el siglo XX. En definitiva, ""El �����ngel, El Molino, El Caracol Del Faro"" es una obra imprescindible para entender la literatura espa�����ola de la primera mitad del siglo XX, y una muestra del talento literario de Gabriel Mir������.This Book Is In Spanish.This scarce antiquarian book is a facsimile reprint of the old original and may contain some imperfections such as library marks and notations. Because we believe this work is culturally important, we have made it available as part of our commitment for protecting, preserving, and promoting the world's literature in affordable, high quality, modern editions, that are true to their original work.
""El Angel, El Molino, El Caracol Del Faro"" es una novela escrita por Gabriel Mir������ en 1921. La historia sigue a un joven llamado Juan de la Cruz que, tras la muerte de su padre, se muda a la casa de su t������o en el campo. All������, Juan se enamora de su prima, la joven y hermosa Isabel. Sin embargo, su amor es complicado por las tensiones familiares y las expectativas sociales de la �����poca.La trama se desarrolla en un ambiente rural, con descripciones detalladas de la naturaleza y la vida en el campo. La novela tambi�����n explora temas como la religi������n, la moralidad y la identidad personal.""El Angel, El Molino, El Caracol Del Faro"" es considerada una de las obras m�����s importantes de la literatura espa�����ola del siglo XX. La prosa de Mir������ es po�����tica y evocadora, y la historia es una reflexi������n profunda sobre la vida y el amor en un mundo en constante cambio.This Book Is In Spanish.This scarce antiquarian book is a facsimile reprint of the old original and may contain some imperfections such as library marks and notations. Because we believe this work is culturally important, we have made it available as part of our commitment for protecting, preserving, and promoting the world's literature in affordable, high quality, modern editions, that are true to their original work.
"Las cerezas del cementerio" es una de las obras más bellas de la literatura española del siglo XX, y es un libro abierto a diversas interpretaciones, una novela llena de emoción y muy personal. Se centra en Félix de Valdivia, cuya trayectoria vital se orienta hacia la naturaleza y hacia la mujer, lo que le llevará a chocar contra las barreras morales y religiosas que le impedirán alcanzar la felicidad. Es un libro sobre el amor y la falta de amor, y en él se suceden las historias de enamoramientos.
Despacio, y en coloquio piadoso con el ama Virtudes, ovillaba doña Elvira la recia madeja de lana azul, para seguir urdiendo los doce pares de medias que ofreciera en limosna. Servíanle de devanadera las rollizas manos del ama.Era la señora vieja, cenceña, grave, de tabla compungida de priora; y la criada, mediada de años, maciza, con pelusa de albérchigo en las redondas mejillas, luminarias en los ojuelos grises, y pechos poderosos y movedizos, que doña Elvira no miraba sin decirse: «¡Para qué tanto, Señor! Es ya insolencia». Y el visaje lastimero del ama parecía replicarle: «¡Y yo qué culpa tengo!».-Ama Virtudes, me temo que llegue el frío y no podamos entregar al señor rector los doce cabales.-¡El frío! ¡Y hasta que anochece cantan aún que revientan las cigarras en las oliveras!-Atiende, ama, que estamos en septiembre y se han de acabar para Todos Santos.
Desde el primer puente del buque contemplaba Félix la lenta ascensión de la luna, luna enorme, ancha y encendida como el llameante ruedo de un horno. Y miraba con tan devoto recogimiento, que todo lo sentía en un santo remanso de silencio, todo quietecito y maravillado mientras emergía y se alzaba la roja luna. Y cuando ya estuvo alta, dorada, sola en el azul, y en las aguas temblaba gozosamente limpio, nuevo, el oro de su lumbre, aspiró Félix fragancia de mujer en la inmensidad, y luego le distrajo un fino rebullicio de risas. Volvióse, y sus ojos recibieron la mirada de dos gentiles viajeras cuyos tules blancos, levísimos, aleteaban sobre el pálido cielo. Se saludaron, y pronto mantuvieron muy gustoso coloquio, porque la llaneza de Félix rechazaba el enfado o cortedad que suele haber en toda primera plática de gente desconocida. Cuando se dijeron que iban al mismo punto, Almina, y que en esta misma ciudad moraban, admiróse de no conocerlas, siendo ellas damas de tan grande opulencia y distinción. Es verdad que él era hombre distraído, retirado de cortesanías y toda vida comunicativa y elegante. -Tampoco nosotras -le repuso la que parecía más autorizada por edad, siendo entrambas de peregrina hermosura- sabemos de visitas ni de paseos. Yo nunca salgo, y mi hija sólo algunas veces con su padre. Y entonces nombró a su esposo: Lambeth, un naviero inglés, hombre rico, enjuto de palabra y de carne, rasurado y altísimo. Félix lo recordó fácilmente.
Desde el vestíbulo pasa la suave luz de una lámpara escarchada al aposento paredaño donde está el tullido cercado de amigos. Hablan de proyectos logreros, de meriendas en heredades, de un sermón, de paseos bajo el refugio de los olmos del camino. Son viejos, como el enfermo, y tienen fortaleza, estrépito en la risa y fuman. Cuando le ayudan a variar de actitud o le acomodan la manta caída o arrastran su butaca de ruedas, siente él más su impotencia y le llora angustiadamente su alma, pero los ojos no. ¡Oh, si le vieran llorar por fuera estos amigos viejos y alegres, que ni padecen el reuma senil!Les miente todas las noches, diciéndoles que sus piernas, su brazo y costado no están muertos para siempre. Nota que la vida acecha el penetrar borbotante por sus venas, regocijándole las entrañas y flexibilizando sus nervios y músculos.-Eso, desde luego. Ya verá, ya verá cuando pase el frío -contesta, estregándose las manos, un señor muy flaco, de perfil judío.
Entre dos estribaciones enormes y fragosas del Aylona, serpea el valle de Badaleste, hondo y vicioso.En el horcajo de tamañas sierras, en altitud bravía está Confines, viejo y parduzco pueblecillo sobre cuyo costroso hacinamiento de tejados verdinegros, eleva la decrépita Abadía su campanario estrecho, amarillento y alto, maculado junto a su cornisa por las rudas y ennegrecidas piedras que deja ver un desgarrón de la fachada.Las paredes de las últimas casas del pueblo reciben ávidas las caricias de los primeros verdores del valle. Éstos se originan con escalones inmensos de ondulantes mieses, sombreadas de trecho en trecho por redondos olivos y talludos almendros de retorcidos y negrales troncos.Turnan con los trigos tablares de lozanas hortalizas distribuidas en geométricas figuras; rumorosos maizales; aterronados barbechos; y de nuevo la mies sucede, alta, apretada, undosa, bajando en gradería, afelpando transversalmente en verdes franjas o en oleadas de oro el pie de las colinas.
La mañana es más clara y gozosa en torno del molino.Ruedan las velas henchidas, exhalando una corona de luz como la que tienen los santos.En el reposo caliente y duro parece que se oiga la senda rajándose de sol y hormigueros. El viento que bajó de la quebrada, y se durmió en la pastura, y se puso a maldecir en los vallados y en el cornijal de las heredades, da un brinco y se sube al molino, y tiembla y bulle en las aspas de lona.Las seis alas se juntan en una para los ojos: la que está en lo alto y hace más jovial y más fresco el azul. Y desde arriba canta una tonada de brisa luminosa que dice:-¡Buen día y pan!Ya no tiene que trabajar la muela, o se ha marchado el viento antes que el maquilero, y el molino se va parando, parando...Se queda inmóvil y como desnudo.Una hormiga gorda, sin soltar el grano que cogió del portal, le murmura a su comadre:-¡Mira el molino! ¡Tenía una vela remendada!La comadre se ríe frotándose los palpos.-¡Válgame! ¡Tanta vanagloria, y con un remiendo!
Está Serosca en medio de una vega de mucha abundancia. Tiene hondas tierras oliveras de santísimo reposo. Hay josas umbrías y almendrales que, cuando florecen, visten todo el campo de blancura de una pureza y voluptuosidad de desposada. El herreñal tierno, mullido, donde duerme el viento y se tiende el sol ya cansado y se oye siempre un idílico y dulce sonar de esquilas, y los chopos finos, palpitantes, de un susurro de vuelo, dejan en el paisaje una emoción de inocencia, de frescura, de alegría tranquila. Pero los montes que pasan a la redonda parece que aprieten y apaguen la ciudad. En los días muy abiertos y limpios, desde las cumbres y las majadas de la solana, se descubre el azul inmenso del Mediterráneo. Los rebaños trashumantes, cuando llegan a los altos puertos, se quedan deslumbrados del libre horizonte. Los pastores miran la aparición de un barco de vela, un bello fantasma hecho de claridad. El barco se pierde, se deshace como una ola; o, pasa la tarde, y sigue parado lleno de resplandores; un vapor negro y codicioso se desliza por debajo y lo deja obscurecido de humo. Se queda solo el blanco fantasma, hundiéndose dentro del azul que parece todo mar o todo cielo. Llegada la noche, los astros bajan en el confín, al amor de las aguas. El barco debe de estar recamado de estrellas, como una joya de la Virgen de Serosca.
ríos, caminaba por tierra levantina.Sigüenza, nombre apartadizo que gusta del paisaje y de - I - humildes Dijo: «Llegaré a Parcent». lazarinos.lugarejo hórrido, asiático, en cuyas callejas hirviesen como gusanos los -Parcent es foco leproso -le advirtieron. Y luego Sigüenza fingiose un Fue avanzando. Cada pueblo que veía asomar en el declive de unaladera, entre fronda o sobre el dilatado y rozagante pampanaje del viñedo, le mueven a pensar en aquellos pueblos bíblicos maldecidos por el Señor».miserable, donde los hombres padecen males que espantan a los acuciaba el ánima. Y decía: «Ya debo encontrar la influencia de aquel lugar hombres ySigüenza se revolvía mirando y no hallaba el apetecido sello del dolorpobres faldas.peinaban a rapazas greñudas, sentaditas en la tierra, casi escondidas en las las casas, mujeres tejíaCruzaba pueblos, y en todos sorprendía igual sosiego. A las puertas de n media; trenzaban pleita de palma o soga de esparto;secas, firmes como cardenchas, viven con el santo longura de días.salen hierbecitas gayas que florecen; después, amarillean, se agostan; y eldintel verdinegro, desportillado y bajCegaban, dando sol, las puertas forradas de lata de las iglesias. En el plasmado inicuamente en cantería. Por sus pliegues y tendeduras o angosta hornacina, está El paisaje luce primores y opulencias; tiene riego copioso.Era en el valle del Jirona. lujuriantes y caprichosas moreras.las lindes de vastedades plantadas de legumbres, verdean liños infinitos de Rompen los vinales huertas cuidadas como jardines de casas ricas.
Laura y la vieja Martina suspiraron, alzando los ojos y el corazón al Señor. La enferma las había mirado y sonreído. Sus secas manos asían crispadamente el embozo de las ropas; los párpados y ojeras se le habían ennegrecido tanto, que parecía mirar con las órbitas vacías. Pero, estaba mejor; lo decía sonriendo.Laura puso el azulado fanal al vaso de la lucerna; envolviose en su manto de lana, cándido y dócil como hecho de un solo copo inmenso y esponjoso; y, acercando la butaca, reclinó su dorada cabeza en las mismas almohadas de la madre.Todo el celeste claror de la pequeña lámpara, que ardía dulce y divina como una estrella, cayó encima de la gentil mujer. Descaecida por las vigilias y ansiedades, blanca y abandonada en el ancho asiento, su cuerpo aparecía delgado, largo y rendido, de virgen mística después de un éxtasis ferviente y trabajoso. Pero, al levantarse para mirar y cuidar a la postrada, aquella mujer tan lacia y pálida, se transfiguraba mostrándose castamente la firme y bella modelación de su carne.Venciendo su grosura y cansancio salió Martina, apresurada y gozosa; y golpeó y removió al criado de don Luis, que dormía en el viejo sofá de una solana, cerrada con vidrieras.
Hogar es familia unida tiernamente y siempre. El padre pasa a ser, en sus pláticas, amigo llano de los hijos, mientras la madre, en los descansos de su labor, los mira sonriendo. Una templada contienda entre los hermanos hace que aquél suba a su jerarquía patriarcal y decida y amoneste con dulzura. Viene la paz, y el padre y los hijos se vierten puras confianzas, y toda la casa tiene la beatitud y calma de un trigal en abrigaño de sierra, bajo el sol.A los retraídos aposentos de muebles enfundados suele llegar frescura y vida de risa moza; y vuelto el silencio, síguese la voz del padre que dice de su infancia, de la casa de los abuelos...; y el cuento de las costumbres de antaño, celebradas buenamente en familia, se trenza con el de las travesuras infantiles de los hijos, ya hombres, que están atendiendo. Y el íntimo y sereno contentamiento acaba cuando el padre queda con la mirada alta y distraída recordando el verdor de su vida; suspira, o bien murmura: «¡En fin!», y mira al reloj. Entonces, los hijos besan su frente y su mano y la mano y la frente de la madre...
Las cerezas del cementerio es una obra de corte romántico del autor Gabriel Miró. La historia se articula en torno al personaje de Félix de Valdivia, en perpetuo estado de enamoramiento y en choque constante contra la intolerancia religiosa y la constreñida moral de su época.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
El obispo leproso es una novela de corte social del escritor Gabriel Miró. Continuación de los hechos narrados en «Nuestro padre San Daniel», sigue la historia de un sacerdote aquejado de lepra y enamorado de una de sus feligresas, con la cuidad de Orihuela (bajo el pseudónimo de Oleza) como trasfondo.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge el título «Años y leguas».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge los títulos «El abuelo del rey» y «Nómada».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge el título «Las cerezas del cementerio».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge los títulos «El humo dormido» y «El ángel, el molino y el caracol del faro».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge el título «Nuestro padre San Daniel».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge los títulos «Dentro del cercado», «La palma rota» y «Los pies y los zapatos de Enriqueta».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge el título «El obispo leproso».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge la primera parte del título «Figuras de la pasión del señor».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge la segunda parte del título «Figuras de la pasión del señor».Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Obras completas del autor español Gabriel Miró. En ellas el autor muestra una habilidad especial para diseccionar la sociedad de su época mientras denuncia la intolerancia y el oscurantismo religioso que lo rodeaba. Destacan estas historias por su cuidada prosa, su variado léxico y su sensibilidad exacerbada. Este volumen recoge los títulos «Niño grande», «Corpus» y una selección de cuentos.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
La palma rota es una novela de corte lírico del autor Gabriel Miró. En ella, el escritor arma un juego literario a través del personaje de Aurelio Guzmán, un soñador a la manera del Quijote de Cervantes, sumido en las mismas ensoñaciones y a quien le espera un duro choque con la realidad cuando empiece a trabajar en una peluquería para ayudar a su amigo, el señor Gráez, que pasa penurias económicas. Aurelio sueña con trabajar en la empresa de almanaques del señor Gráez e imagina para sí un futuro brillante, pero la dura realidad le deparará otros derroteros.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Crónica viajera del autor Gabriel Miró, que él mismo consideraba su primer libro por derecho, pese a ser en puridad su tercera novela. En él nos relata dos viajes al mismo pueblo Valenciano en un intervalo de un año, de manera que a través de su prosa podemos apreciar los sutiles cambios en el pueblo en lo que el autor pinta como un precioso cuadro costumbrista.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
El abuelo del rey es una novela de corte intimista del escritor Gabriel Miró. Ya desde su título se aprecia la ironía y la velada crítica del autor a la sociedad del momento, pues no se trata en ningún momento de la realeza, sino de una saga familiar en la España de principios del siglo XX con un fuerte patriarca que gobierna sobre el destino de sus congéneres.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Años y leguas es la última obra del escritor Gabriel Miró. Consta de varios cuentos cortos relacionados entre sí, que comparten como marco la Sierra de Aitana a principios del siglo XX. Muchos de estos relatos tienen carácter autobiográfico o, al menos, beben en cierta medida de la experiencia del autor.Gabriel Miró es un autor español nacido en Alicante en 1879 y fallecido en Madrid en 1930. Uno de los exponentes más destacados de la Generación del 14 o novecentista, su obra destaca tanto por la prosa cuidada hasta el extremo como por la denuncia descarnada de la intolerancia y el oscurantismo religioso de su época.
Tilmeld dig nyhedsbrevet og få gode tilbud og inspiration til din næste læsning.
Ved tilmelding accepterer du vores persondatapolitik.