Gør som tusindvis af andre bogelskere
Tilmeld dig nyhedsbrevet og få gode tilbud og inspiration til din næste læsning.
Ved tilmelding accepterer du vores persondatapolitik.Du kan altid afmelde dig igen.
This is a reproduction of a book published before 1923. This book may have occasional imperfections such as missing or blurred pages, poor pictures, errant marks, etc. that were either part of the original artifact, or were introduced by the scanning process. We believe this work is culturally important, and despite the imperfections, have elected to bring it back into print as part of our continuing commitment to the preservation of printed works worldwide. We appreciate your understanding of the imperfections in the preservation process, and hope you enjoy this valuable book. ++++ The below data was compiled from various identification fields in the bibliographic record of this title. This data is provided as an additional tool in helping to ensure edition identification: ++++ Vida, Excelencias, Y Muerte Del Gloriosissimo Patriarca San Joseph; Vida, Excelencias, Y Muerte Del Gloriosissimo Patriarca San Joseph; José De Valdivielso José de Valdivielso Diego Suárez de Figueroa, Francisco del Hierro ((Madrid)) en la oficina de Francisco del Hierro, 1728
DESENGAÑO Siempre fue muy pesado el Desengaño. Soy por eso aborrecido; como David, desterrado; como José, empozado, como Jacob, perseguido. El Engaño lo trazó, que, al lado de la Serrana, me desnudó una mañana, y mis ropas se vistió. Echó un candado a mi boca, y encerróme atado y mudo, adonde pobre y desnudo me aborreció aquesa loca. Él, con la santa apariencia del vestido que profana, roba con esa Serrana a los que van a Plasencia. Pero allá me volveré, patria, en fin, donde nací; que, aunque ves que estoy así, bien recibido seré; que tengo deudos en corte que son muy a par de Deos, y si logro mis deseos, tú verás cuanto te importe.RAZÓN Desengaño, pues que ides a Plasencia, esa ciudad, casa de placer de Dios y clara visión de paz, por el ofendido Esposo, en llegando, preguntad; decidle que la Razón se le envía a encomendar; decidle que la Serrana tan mala vida me da, que los ojos a Plasencia aún no me consiente alzar; que la hago siempre recuerdo de su bien y de su mal, de lo que puede perder, de lo que puede ganar; de lo que la persüado, si bien es con voluntad, es siempre puesto en razón; pero no püedo más. Que la aconsejo que llore, pues es justo, su maldad, y que le pida perdón, pues sé que se la dará; que la ruego que a él se vuelva, que deseándola está, y que airada me aborrece y me ofende pertinaz Decidle, si no me cree, que baje a verme, y verá a lo que sabe el azote, el padecer y el llorar; que como está con su padre, que cuanto quiere le da no sabe qué es mala vida; que se humane y lo sabrá; que, pues es tan poderoso, hable a la Santa Hermandad para que sus cuadrilleros prendan esta desleal, que, inducida del Engaño, tras sus antojos se va, donde buscando el Placer, encuentra con el Pesar, que si los quiere coger, que yo le daré lugar, aunque medio ciega estoy en tamaña oscuridad.
(Salen EL PADRE del PRÓDIGO, galán; LA JUVENTUD, de loco; LA INSPIRACIÓN sale con ellos.)PADRE Hijo, toma tu porción; que negártela no puedo. (Dale EL PADRE una bolsa.) PRÓDIGO Alegre con ella quedo. PADRE Con él parte, Inspiración; que recelo que, en su daño, su juventud necia y flaca de entre estos brazos le saca para el reino del engaño. JUVENTUD (Al PRÓDIGO.) Ven con tus galas costosas, siervos, caballos, vestidos, a pisar prados floridos y a coronarte de rosas. PRÓDIGO Con el tiempo me alboroto, que florece en mí el verano. Voyme a romper. PADRE Tú vas sano, y tienes de volver roto. En el abril de tus días, cuando tu apetito ciego te hace guerra a sangre y fuego con lisonjeras porfías, ¿dejas el puerto seguro por la borrasca del mar? ¿Vas desnudo a pelear, pudiendo estarte en el muro? PRÓDIGO Padre, vuestra diligencia es por demás; yo me alejo. PADRE Hijo, a tu albedrío te dejo, que no he de hacerte violencia. PRÓDIGO Adiós. PADRE Pues, ¿quién va contigo? PRÓDIGO El gusto y curiosidad, el deseo y libertad, y el oro, que es lindo amigo; ninguno hay que más importe, porque es mi llave maestra del gusto un perro de muestra y una guía de la corte. Pasa el mar, el monte allana, violenta la más esquiva, honestidades derriba y fuerzas rebeldes gana. Con el oro me acomodo, porque es amigo de ley; llevo en mi servicio un rey, porque el oro es rey de todo.
Tilmeld dig nyhedsbrevet og få gode tilbud og inspiration til din næste læsning.
Ved tilmelding accepterer du vores persondatapolitik.