Bag om La línea de sombra
En esta narración, que, lo reconozco, es, no obstante su brevedad, una obra bastante com¬pleja, no he tenido la menor intención de traer a cuento lo sobrenatural. A pesar de ello, no ha fal¬tado algún crítico que la considerase desde este punto de vista y advirtiera en ella mi propósito de dar rienda suelta a mi imaginación, dejándola trasponer los límites del mundo de la humanidad viva y doliente. Pero, a decir verdad, mi imagi¬nación no está hecha de una materia a tal punto elástica, y tengo para mí que, si intentase some¬terla a la prueba de lo sobrenatural, el fracaso sería tan lamentable como enojoso y vacuo. Por otra parte, jamás me habría arriesgado a seme-1ante tentativa, abrigando, como abrigo, moral e intelectualmente, la invencible convicción de que todo lo que cae bajo el dominio de nuestros sentidos, por excepcional que sea, no podría diferir en su esencia de todos los demás efectos de es¬te mundo visible y tangible cuya parte consciente venimos a formar.
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