Bag om La mordida de Dios
Con lenguaje duro y conciso, el autor arma el testimonio de un hombre que muy joven fue condenado a nueve meses de cárcel por agredir a un policía que abusaba de su hermano. Pronto su madre se cansó de visitarlo y quedó solo. Allí fue violado por tres reclusos. En aquel ambiente brutal, el sexo entre hombres era el centro alrededor del cual giraba la existencia. La diferencia estaba en quién poseía y quién se dejaba poseer. Algunos se suicidaban para no soportar el escarnio. Otros se sometían. Pero él, como los bravos, decidió vengarse y mató a uno de sus violadores. Cualquier acción contra él, aun intrascendente, era lavada con sangre bajo el principio de ojo por ojo. Era la forma de sobrevivir. La sangre lo ponía a vivir en el cielo. Así fue sumando muertes y años a su condena y extensos periodos en celdas de aislamiento sometido a castigos extremos. Su destino, si no ocurría un milagro, era terminar sus días en la cárcel. Por estas páginas desfila también una multitud de personajes de la fauna carcelaria que tratan de sobrevivir en ese mundo sórdido, violento, donde cualquier vestigio de humanidad queda excluido.
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