Bag om Las Muñecas, Las Putas, Las Estatuas
No conozco a un poeta para quien tener una voz propia no sea una búsqueda y un reto. Aprender a decir y decirse; precisar la palabra, la densidad, el tono con que aprendemos a sobrellevar la realidad requiere pasión y paciencia: un largo camino donde duda y silencio están a la orden del día, donde se madura y se tantea a medida que se avanza. Este libro es el resultado de un largo avance, de tropiezos contra lo que se es, contra la propia historia. Un libro de búsquedas, la voz de alguien que finalmente se encuentra, logra verse, diseccionarse, descomponerse y recomponerse. Hay, aquí, una voz propia, que no negocia fácilmente con lo circunstancial. Hay muñecas, hay putas y hay estatuas, porque todo eso conforma esa voz que logra poner en escena todos los rincones de lo femenino y de lo humano. Este poemario suena como un golpe sobre una mesa de madera, suena como un barco entrando a un puerto; suena al llanto de las viudas, al mohín de las niñas, al quejido de las amantes. Suena. Suspendida entre dos momentos de la poesía, antigua y contemporánea a un mismo tiempo, Nuvia Estévez busca y reta, apasionada y paciente. Conoce su densidad, su palabra su tono. Nos los escupe en la cara. Kelly Martínez-Grandal
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