Bag om Pelusa
A Pilarita Azlor Aragón y Guillamas y a Isabelita Silvia y Azlor Aragón En las largas y solitarias horas de esta mi última enfermedad me imaginaba algunos días que veníais las dos, como tantas otras veces, y apoyadas en mis rodillas me pedíais que os contara un cuento; y para realizar en parte esta dulce ilusión os escribí entonces esta historia de Pelusa. Creo que esto será lo último que escriba; y no porque piense colgar mi pluma como el bueno de Cervantes, sino porque la enfermedad me la arrebató ya de las manos, y la muerte se encargará pronto de tirarla a la basura, que es el lugar más adecuado. Espero, sin embargo, que cuando las dos seáis unas viejecitas muy monas y leáis este cuento a vuestros nietos diréis [14] al terminarlo: ¡Pobre P. Coloma!... ¡Qué tonto era!... ¡Pero cuánto nos quería!.. Y rezaréis después un padrenuestro por mi alma.
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