Bag om El perdurable encanto de la península ibérica
Lugares, cuentos, curiosidades y... más allá. La península ibérica esconde muchas claves para entender la mente y el alma. Están al alcance de todos. Os invitamos a descubrir su fuerza. EXTRACTO DE LA INTRODUCCIÓN: España y Portugal atesoran todo un abanico de fenómenos inusuales cuyos contextos y referencias se extienden mucho más allá de sus fronteras. Es imposible comentarlos todos, pues sería casi como intentar describir el mundo en su totalidad o, al menos, a escala. Aun así, podemos tomar una perspectiva que permita explicar los motivos universales asociados a arquetipos, mitos, cuentos de hadas, historia o arte, así como la perspectiva jungiana del alma o del (in)consciente colectivo. Es lo que abordaremos principalmente en este libro: buscaremos pistas valiosas escondidas en la península ibérica e intentaremos redescubrirlas para disfrute del lector, también presentaremos sus potenciales efectos terapéuticos y fortalecedores en procesos que siempre vale la pena desarrollar. Diferentes culturas (la antigua Roma, los árabes al principio de la Edad Media, los íberos, los celtas y los visigodos, entre otros) dejaron sus huellas en estas tierras mediante construcciones extraordinarias. Estas culturas se entrelazaron, coexistieron o se sucedieron sin contratiempos. Quien visita hoy en día la península ibérica tiene la oportunidad de experimentar esta increíble diversidad e historia en casi cualquier rincón, desde pueblos a grandes ciudades como Lisboa, Barcelona, Madrid, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Granada, Córdoba... La lista sigue y sigue. Los turistas también disfrutan de un clima relativamente templado, del sol, de una excelente gastronomía, buen café, vino, abundante vegetación, costas y playas pintorescas. ¿Qué más se puede pedir? Sin embargo, para entender todo lo que España y Portugal tienen que ofrecer, merece la pena quedarse un tiempo y explorar la íntima conexión que los habitantes guardan con su ciudad. Cada región o comunidad autónoma (que a menudo fue un reino independiente en el pasado) tiene una historia e incluso un clima diferentes. Por ejemplo, especialmente en invierno, si conduces unos 800 kilómetros en dos días, puedes llegar a experimentar hasta seis tipos distintos de clima y vegetación. El paisaje cambia como un caleidoscopio: de altas montañas, pasando por zonas secas y desérticas, a lugares de humedad casi tropical y exuberancia natural. Hay multitud de colores y formas. Da la sensación de que si cambias la más mínima pieza de este puzle, faltará algo esencial que alterará el sutil equilibrio sobre el que se sostiene el resto. A decir verdad, sería difícil decir que falte algo aquí. En cierto sentido, hay de todo.
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