En septiembre de 1959 José "Chico" Rivero, una naciente súper estrella cubana de solo 17 años firma un contrato con el club "Almendares", uno de los más populares equipos de la liga cubana profesional de béisbol. Joven y colmado de sueños es arrastrado por los acontecimientos polÃticos que convulsionaron la vida social y polÃtica de la isla, después que el gobierno revolucionario prohibiera entre otras cosas la práctica de todos los deportes profesionales en el paÃs.
Abruptamente y de forma insólita la presencia de los icónicos e históricos equipos del béisbol invernal cubano, eran borrados del ardor nacional, y sus Ãdolos inhabilitados arbitrariamente de participar en el nuevo orden establecido. Muchos de ellos continuaron sus carreras lejos de su tierra, de sus seres queridos; otros en una abnegada demostración de amor por el juego, se convirtieron en entrenadores, trasmitiendo sus experiencias y emociones al nuevo béisbol, el mismo que inmerecidamente los relegaba.
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