Udvidet returret til d. 31. januar 2025

La Rebellion de Los Zanj - Henry Moa - Bog

Bag om La Rebellion de Los Zanj

El Zanj eran esclavos africanos obligados trabajar en el claro de las tierras en el sur de Irak. Cuando se alzaron, fueron juntados por los esclavos de las ciudades y pueblos vecinos. Trabajaban en extensos grupos, sin recibir un salario regular, y su ración alimentaria diaria sólo se componía de harina, dátiles y harina. Su jefe, nombrado Alī ibn Moverḥammad, era un hombre que tomó conciencia de su miseria y ellos prometidos de las tierras y riquezas. Presentándose como un profeta, o mahdī, llegó a congregarlos y a implicarlos en una insurrección en 869. Consigue apoderarse de Baṣcolmena y de sus alrededores, así que de Ahwāz y Wāsiṭ utilizando una estrategia de violencia contra sus adversarios. Se benefició también del apoyo de algunas tribus árabes de la región. Al-Muwaffaq, hermano y heredero del calife, al-Mutamid, llegó a movilizar al ejército y emprendió una serie de acciones militares que le garantizaron la victoria sobre los rebeldes Zanj en 883. Ya que las rebeliones importantes no se alimentan que desesperación, necesitan perspectivas para tomar forma, formarse y existir, aunque su duración de vida sigue siendo a menudo transitoria. Esta rebelión sale del común de las rebeliones serviles. Tiene un jefe informado, un proyecto político, un horizonte social que combina la propiedad y la Libertad, todo ello bajo la bandera de la igualdad. Ali ibn Muhammad no era Zanj. Era árabe. Se hace conocer como poeta a Samarra, luego como profeta en la región de Basra. Fallando en sus tentativas de rebeliones anteriores, a Bahrein y Basra, declara ser un descendiente de Ali y pretende vincularse con los esclavos. Emprende de levantarlos y les promete mejorar su vida, volverlos a sus vueltas principales de esclavos y darles bonitas residencias. Los convierte al khāridjisme, doctrina igualitaria que afirma que el califato debe corresponder al el mejor de los musulmanes, era esclavo. Fanatizados, el Zanj consideran como inexactos todos los demás musulmanes. Emprenden una lucha a muerte contra estos herejes que, a sus ojos, se confunden con los grandes proprietarios. Su movimiento se extiende muy rápidamente gracias a la adhesión de las tropas negras de los ejércitos imperiales, a la adhesión de algunas tribus beduinos y a la solidaridad de los campesinos hostiles a los proprietarios. El Zanj infligen varias derrotas al ejército imperial, se apoderan de importantes regiones en Irak y en Persa, ocupan en 878, Wāsiṭ, una vieja ciudad de guarnición, y amenazan Basra, y mismo Bagdad. Ali ibn Muhammad creado en torno a los pantanos su propio estado, mecanografiado una moneda Zanj y establece una capital, Muktarah, y establece una diplomacia para intentar combinarse con los otros movimientos disidentes de los Abasíes, como el Saffarides, el a Quarmates y el a Toulounides. Fallará con todo en la sangre cuando los Abasíes lleguen a organizar a un ejército de gran amplitud, y prometerá a los rebeldes y a los esclavos, la vida segura al precio de su traición. Ali ibn Muhammad se morirá durante los combates. La rebelión del Zanj fue sin gracias. Es una rebelión que no hace a presos. Así pues, el bolso de Basra fue especialmente cruel. Más de 250.000 muertes según Al-Tabari. Lo que está seguro, es que el Zanj, que llevaban una guerra de guerrilla, aprovechaban de geografía de los pantanos que conocían perfectamente y de la debilidad del poder Abasí, debilitado y ocupado a otros conflictos. Por fin la Libertad, la igualdad y la propiedad conferían un poder de atracción a su movimiento.

Vis mere
  • Sprog:
  • Spansk
  • ISBN:
  • 9781511821247
  • Indbinding:
  • Paperback
  • Sideantal:
  • 368
  • Udgivet:
  • 20. april 2015
  • Størrelse:
  • 178x254x19 mm.
  • Vægt:
  • 635 g.
  • BLACK WEEK
Leveringstid: 2-3 uger
Forventet levering: 12. december 2024

Beskrivelse af La Rebellion de Los Zanj

El Zanj eran esclavos africanos obligados trabajar en el claro de las tierras en el sur de Irak. Cuando se alzaron, fueron juntados por los esclavos de las ciudades y pueblos vecinos. Trabajaban en extensos grupos, sin recibir un salario regular, y su ración alimentaria diaria sólo se componía de harina, dátiles y harina. Su jefe, nombrado Alī ibn Moverḥammad, era un hombre que tomó conciencia de su miseria y ellos prometidos de las tierras y riquezas. Presentándose como un profeta, o mahdī, llegó a congregarlos y a implicarlos en una insurrección en 869. Consigue apoderarse de Baṣcolmena y de sus alrededores, así que de Ahwāz y Wāsiṭ utilizando una estrategia de violencia contra sus adversarios. Se benefició también del apoyo de algunas tribus árabes de la región. Al-Muwaffaq, hermano y heredero del calife, al-Mutamid, llegó a movilizar al ejército y emprendió una serie de acciones militares que le garantizaron la victoria sobre los rebeldes Zanj en 883. Ya que las rebeliones importantes no se alimentan que desesperación, necesitan perspectivas para tomar forma, formarse y existir, aunque su duración de vida sigue siendo a menudo transitoria. Esta rebelión sale del común de las rebeliones serviles. Tiene un jefe informado, un proyecto político, un horizonte social que combina la propiedad y la Libertad, todo ello bajo la bandera de la igualdad. Ali ibn Muhammad no era Zanj. Era árabe. Se hace conocer como poeta a Samarra, luego como profeta en la región de Basra. Fallando en sus tentativas de rebeliones anteriores, a Bahrein y Basra, declara ser un descendiente de Ali y pretende vincularse con los esclavos. Emprende de levantarlos y les promete mejorar su vida, volverlos a sus vueltas principales de esclavos y darles bonitas residencias. Los convierte al khāridjisme, doctrina igualitaria que afirma que el califato debe corresponder al el mejor de los musulmanes, era esclavo. Fanatizados, el Zanj consideran como inexactos todos los demás musulmanes. Emprenden una lucha a muerte contra estos herejes que, a sus ojos, se confunden con los grandes proprietarios. Su movimiento se extiende muy rápidamente gracias a la adhesión de las tropas negras de los ejércitos imperiales, a la adhesión de algunas tribus beduinos y a la solidaridad de los campesinos hostiles a los proprietarios. El Zanj infligen varias derrotas al ejército imperial, se apoderan de importantes regiones en Irak y en Persa, ocupan en 878, Wāsiṭ, una vieja ciudad de guarnición, y amenazan Basra, y mismo Bagdad. Ali ibn Muhammad creado en torno a los pantanos su propio estado, mecanografiado una moneda Zanj y establece una capital, Muktarah, y establece una diplomacia para intentar combinarse con los otros movimientos disidentes de los Abasíes, como el Saffarides, el a Quarmates y el a Toulounides. Fallará con todo en la sangre cuando los Abasíes lleguen a organizar a un ejército de gran amplitud, y prometerá a los rebeldes y a los esclavos, la vida segura al precio de su traición. Ali ibn Muhammad se morirá durante los combates. La rebelión del Zanj fue sin gracias. Es una rebelión que no hace a presos. Así pues, el bolso de Basra fue especialmente cruel. Más de 250.000 muertes según Al-Tabari. Lo que está seguro, es que el Zanj, que llevaban una guerra de guerrilla, aprovechaban de geografía de los pantanos que conocían perfectamente y de la debilidad del poder Abasí, debilitado y ocupado a otros conflictos. Por fin la Libertad, la igualdad y la propiedad conferían un poder de atracción a su movimiento.

Brugerbedømmelser af La Rebellion de Los Zanj



Find lignende bøger
Bogen La Rebellion de Los Zanj findes i følgende kategorier:

Gør som tusindvis af andre bogelskere

Tilmeld dig nyhedsbrevet og få gode tilbud og inspiration til din næste læsning.