Bag om EL NUEVO PALACIO DEL RETIRO
JUDAÍSMO
¿Dónde voy con errante paso? ¿Dónde confuso y vacilante me lleva mi destino, sin rumbo, sin vereda y sin camino? Este campo ¿no era desierta población, desierta esfera de vides y de olivos, edificios ayer vegetativos, donde ufana vivía la sinagoga de mi Ley Judía? Pues ¿quién en él tan presto muros ha fabricado, torres puesto, cuya altura eminente empina al orbe de zafir la frente, y es dórica columna del cóncavo palacio de la luna? Su fábrica dorada en doce piedras se miró fundada. Doce puertas abiertas están; al aquilón miran tres puertas, al austro tres se rompen blandamente, tres al ocaso y tres hacia el oriente, y todas doce iguales, guarnecidas de cándidos cristales en quien mi Ley conoce doce vislumbres de mis tribus doce. ¿Qué fábrica ésta ha sido? ¿Para quién, para quién se ha prevenido esta casa, este templo, última maravilla sin ejemplo? Dígasme, ¡oh ciudadano de ese supremo alcázar soberano!, ¿qué casa hermosa y nueva la vista turba y el sentido eleva? Porque saber espera mi cuidado a qué tierra, a qué campo hoy he llegado, siguiendo mi destino.
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