El triple turno matutino puede cambiarle la vida a cualquier trabajador del fútbol. La razón es sencilla, pero categórica: su aplicación promueve la cultura del esfuerzo. Supone un paso de los 90 minutos tradicionales de entrenamiento a 180. La propuesta es pasar de las tres horas habituales de permanencia en el club al doble por cada jornada. Al duplicar el esfuerzo, se duplican las probabilidades de alcanzar el éxito.
Lo que en estas páginas propone Gustavo Otero, uno de los preparadores físicos de mayor suceso en el fútbol argentino -con más de dos décadas de recorrido en planteles exitosos y campeones-, es duplicar el tiempo de trabajo para que cada entrenador o preparador físico lo ocupe a su criterio y con su propia metodología.
"Si no optamos por el triple turno, lo que conseguimos es reducir a la mitad las posibilidades de éxito", afirma el autor, quien desde comienzos de siglo pone a punto el físico de los planteles que conduce Julio César Falcioni.
Dirigida a todos los estamentos del mundo del fútbol, "la propuesta no supone utopías, sino objetivos comprobables y realizables" (Otero). El triple turno matutino es una realidad. ¡Y se merecía este libro!
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